Vive en el barrio de T3. No tiene trabajo pero tiene dos hijos. Abandonada por su marido, vive con su hermano. El cáncer ha dejado huellas en su rostro por eso no le gusta mucho salir de casa ni que le hagan fotos. Vive gracias a la ayuda de sus familiares y a alguna cosa que consigue vender a la puerta de su casa: unas pocas hortalizas, sal o leche en polvo.