Susana Francisco Chambule confiesa 36 años. Ella sola alimenta a sus padres y a un sobrino a su cargo quemando madera para hacer carbón vegetal. Perdió parte de una oreja en su batalla contra el cáncer de piel, pero ganó la contienda. Cuando le preguntamos qué necesitaba, nos dijo: “Sentir que le importo a alguien”.

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